¿Alguna vez has escuchado sobre el autoconocimiento? Se trata sobre estar consciente de forma profunda sobre ti mismo, conocer tus emociones, tus sentimientos, tus defectos, tus cualidades, tus debilidades y tus problemas en cualquier contexto; esto es importante porque mientras más sepas sobre ti, más consciente estarás de en dónde estás ahora y hacia dónde quieres ir.
La 2° Ley propuesta por John Maxwell para el crecimiento: La ley de la conciencia, habla sobre ello.
Aunque tú no lo creas, es más grande el porcentaje de personas que no se conoce a sí misma que las que sí. Y esto es algo que tiene muchísimos años de desarrollo, se remonta a la época de la antigua Grecia, en el tiempo donde los pensadores Platón y Sócrates, se cuestionaban la vida para poder vivirla.
En el primer dialogo del Alcibíades, Sócrates trataba de sembrarle una duda al hombre: La de conocerse a sí mismo.
Existen grandes debates con respecto a este tema, puedes verlo desde la filosofía o psicología, pero lo cierto es que es una pregunta importante que todos nosotros debemos hacernos si es que queremos crecer de forma intencional.
Pero… ¿Qué es la conciencia?
Antes de empezar a explicar en qué consiste la ley de la conciencia de John Maxwell, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué es la conciencia?
La conciencia abarca el conocimiento que un individuo tiene de sus pensamientos, sentimientos y actos; es la capacidad característica de los seres humanos de reconocerse a sí mismos y de tener conocimiento/percepción de su propia existencia y de lo que lo rodea.
Por otro lado, también puede tomarse como el sentido del deber, referido a la reflexión sobre la conducta y las razones por las que actúa; es decir, le permite al ser humano saber/diferenciar lo que está bien y lo que está mal.
Entonces… ¿Cómo utilizó John Maxwell este conocimiento para desarrollar una ley para el crecimiento?
Ley de la conciencia: Conócete a ti mismo para poder crecer
¿Cuáles son las ideas principales de la ley de la conciencia?
John Maxwell dice que además de ser intencional (Primera ley), también tienes que ser consciente de ti mismo para poder crecer.
Recuerda que el crecimiento es intencional, no sucede por casualidad, ni por accidente, ni por azar. La ley de la conciencia dice que para crecer, vas a tener que llegar hasta lo más profundo de ti, y conocer todo lo que antes no sabías sobre ti. Tus fortalezas y debilidades, sin dejar por fuera tus intereses y tus oportunidades actuales.
Para mejorar y crecer, todo lo que aprendiste debe poder ser apilado sobre lo que ya sabías antes, para construir los cimientos y seguir creciendo.
No es algo de la noche a la mañana, tomará tu tiempo y tu energía descubrir todo lo que no sabes sobre ti, porque sin eso va a ser muy difícil trazar un camino claro en tu vida.
¿Cómo sabrás a dónde quieres ir si no sabes dónde estás?
En este sentido, es necesario identificarte como una de los tres tipos de personas que existen:
- Personas que no saben lo que desean
La característica principal de estas personas es la confusión. No tienen un propósito o motivo claro sobre cómo están o a dónde quieren llegar. Su lucha diaria los hace gastar energía tratando de encontrar su camino. Todo su potencial está dormido.
- Personas que saben lo que desean, pero no lo hacen
En este grupo están las personas frustradas. Saben en dónde están y saben a dónde quieren llegar, pero no tienen la intención de separar la brecha existente. El miedo a fallar, a salir de su zona de confort los estanca y no permite aprovechar su potencial.
- Personas que saben lo que desean y lo hacen.
Estás son las personas que saben en dónde están y a dónde quieren llegar, pero además también tienen enfoque y pasión. Están realizadas y en armonía con su yo interior, ellos de forma intencional crecen cada día en todos los ámbitos que lo acercarán a su meta.
¿Qué puedo hacer para empezar a conocerme a mí mismo?
Todos deberíamos buscar vivir realizados, tener una vida llena de propósito y significado, que nuestro paso por el mundo deje una huella.
Pero para eso hay que estar dispuesto a trabajar para lograrlo… Y hay que empezar desde uno mismo, desde el crecimiento personal. Debemos descubrir quiénes somos y quién queremos ser.
Yo hoy voy a ayudarte a iniciar en este proceso, pero debes saber que esto depende totalmente de ti, pues nadie puede conocerte mejor que tú mismo.
Hazte estas preguntas y reflexiona, todo tiene un porqué y debes partir desde el inicio.
- ¿En que estás dedicando tus esfuerzos y tu tiempo?
- ¿Te sientes realizado con lo que haces?
- ¿Lo cambiarías?
- ¿Cuál es la razón de ese cambio y por qué otra cosa lo cambiarías?
- ¿Qué diferencias existen entre lo que haces y lo que te gustaría hacer?
Con esas preguntas debería ser más fácil comprender lo que te apasiona y por qué te apasiona.
Una vez que llegas a este paso, vas a decidir si perteneces al grupo 2 (saber lo que quieres, pero no hacerlo) o al grupo 3 (saber lo que quieres y hacerlo).
Y lo decidirás con las respuestas a los siguientes cuestionamientos:
- ¿Sabes qué hacer para poder hacer lo que quieres?
- ¿Te rodeas de gente que hacen lo que te apasiona?
- ¿Cuándo puedes comenzar a hacer lo que deseas?
(Pista: El momento es AHORA).
Y la más importante: ¿Estás dispuesto a pagar el precio por lo que quieres?
Hay veces que lo único que falta por decidir es si se está dispuesto a pagar el precio por tus metas, puedes ponerlo en una balanza si lo deseas… Pero te aseguro que crecer de forma intencional y sentirte pleno en tu vida: No tiene precio.
La ley de la conciencia requiere de mucha reflexión y la búsqueda sincera y honesta de retroalimentación por parte de tus personas de confianza, incluso ellos pueden hacerte ver lo que hay en ti.
Recuerda: Para llegar a la meta debes estar consciente de tu origen.
Te mando un abrazo.
Kendrith Rodríguez