Cuando se trata de establecer metas, es probable que hayas oído hablar de la famosa metodología SMART: esas metas que son específicas, medibles, alcanzables, relevantes y limitadas en el tiempo.
Sin duda, son una excelente forma de definir el destino al que queremos llegar. Pero, ¿qué pasa con el camino? Para alcanzar metas no basta con saber a dónde queremos ir; necesitamos un plan completo, y ahí es donde los hábitos se convierten en los verdaderos protagonistas.
Dentro de esa planificación para establecer metas, saber cómo definirlas es tan importante como conocer la estrategia para alcanzarlas.
Dividir para conquistar: roles, metas y hábitos
El concepto de “roles” o “áreas de vida”, popularizado por Stephen Covey, nos invita a reflexionar sobre las distintas funciones que desempeñamos: profesional, familiar, social, entre otras.
Cada rol representa una parte importante de nuestra vida, y para ser nuestra mejor versión, debemos trabajar en cada uno de ellos de manera equilibrada.
Cuando identificamos nuestras áreas de vida y analizamos cómo estamos en cada una, descubrimos qué debemos mejorar. Aquí es donde entra la importancia de establecer metas claras. Cada área requiere una meta específica y una estrategia concreta para alcanzarla.
Si te das cuenta, aquí hay un principio de división: desglosar un problema para brindar soluciones específicas.
Donde cada solución será una meta con una estrategia concreta para alcanzarla. Pero, ¿cómo se puede tener un plan de acción tan claro? La respuesta está en los hábitos.
En la gestión de equipos y el entorno laboral podemos aplicar la misma idea. Usualmente un colaborador tiene diferentes funciones, relaciones y responsabilidades.
Un equipo de alto rendimiento necesita personas comprometidas con su desarrollo. No solo en un área de desempeño, sino de forma integral. Y un equipo de alto rendimiento sabe cómo establecer metas.
Importancia de los hábitos
👉 Imagina que la meta es el destino y los hábitos forman el camino.
En nuestra consciencia entendemos las metas como aspiraciones. Por muy bien que utilicemos la metodología “SMART”, las metas seguirán siendo aspiraciones debido a que nos muestran un escenario futuro.
Pasar de la aspiración a la acción requiere tener muy claro qué debemos hacer en el presente.
Los hábitos son esas acciones repetitivas que, con el tiempo, se transforman en rutinas. Cuando estos hábitos están alineados con nuestras metas, se convierten en la fuerza impulsora que nos acerca a nuestros objetivos. En otras palabras, las metas son el destino, pero los hábitos son el camino que nos lleva hasta allí.
Ten muy presente esto al establecer metas.
Más allá de las metas anuales: ¿cómo establecer metas claras?
No todas las metas tienen que estar vinculadas a un calendario anual. Establecer metas en cualquier época del año es igual de valioso. Ya sea que busques mejorar tu salud, desarrollar una habilidad o fortalecer una relación, los principios para alcanzar metas se mantienen constantes.
Lo importante es comenzar con un enfoque claro y un compromiso constante.
Por ejemplo, si decides aprender un idioma, tu meta podría ser «hablar con fluidez en seis meses». Sin embargo, el verdadero progreso vendrá de los hábitos diarios, como estudiar 30 minutos al día o practicar con hablantes nativos una vez por semana.
Las metas a corto plazo también pueden ser poderosas: completar un libro al mes o preparar una presentación en un idioma extranjero son ejemplos concretos que contribuyen a tu objetivo final.
En la gestión de equipos ocurre de igual forma. Cada proyecto representa un nuevo desafío, al cual se le deben establecer metas y objetivos para tener un enfoque más claro del éxito.
Cómo establecer metas y objetivos alineados con los hábitos
Si realmente quieres cosechar logros personales o en tu gestión de equipos, sigue estos pasos para establecer metas y hábitos de manera efectiva.
Define los roles
Identifica tus funciones, relaciones y responsabilidades actuales. Reflexiona sobre los diferentes ámbitos de tu vida, como el personal, profesional, social y familiar.
Pregúntate cuál es tu papel en cada uno de estos contextos y cuáles son las expectativas asociadas. Esto no solo te ayudará a tener una visión más clara de tus prioridades, sino que también te permitirá enfocarte en áreas clave para tu crecimiento personal y profesional.
Con una comprensión precisa de tus roles, podrás establecer metas más alineadas con tus valores y objetivos a largo plazo, y gestionar tu tiempo y recursos de manera más efectiva.
Establece metas SMART para cada rol
Analiza el estado actual de cada uno de tus roles y plantea una meta clara para mejorar tu desempeño en esa área. Asegúrate de establecer metas que sean SMART: específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido.
Por ejemplo, si tu rol profesional es ser gerente de un equipo, podrías proponerte mejorar la comunicación interna estableciendo reuniones semanales y midiendo la satisfacción del equipo a través de encuestas trimestrales.
En el ámbito personal, si tu rol es ser padre, podrías plantearte pasar al menos una hora diaria de calidad con tus hijos y evaluar el impacto en su bienestar y relación contigo.
Al aplicar el modelo SMART sabes mejor qué quieres lograr y también cuál es el camino para seguir, aumentando las probabilidades de éxito en cada uno de tus roles.
Asocia hábitos a cada meta
Define entre 1 y 3 hábitos específicos que te ayudarán a avanzar hacia tu meta. Estos hábitos deben ser acciones pequeñas y consistentes que puedas realizar regularmente y que te acerquen cada vez más a tu objetivo.
Por ejemplo, si tu meta es mejorar tu condición física, podrías establecer hábitos como hacer ejercicio al menos tres veces por semana, llevar una dieta equilibrada y dormir al menos ocho horas cada noche.
Si tu meta es avanzar en tu carrera profesional, podrías desarrollar hábitos como dedicar una hora diaria a la lectura de libros relacionados con tu campo, asistir a un curso online cada trimestre y establecer reuniones mensuales con tu mentor para obtener feedback y orientación.
Al identificar y mantener estos hábitos, construirás una rutina efectiva que te permitirá alcanzar tus metas de manera más organizada y eficiente.
Divide tus hábitos por etapas
Recuerda que los hábitos no se forman de la noche a la mañana. Empieza con pequeños logros alcanzables. Descomponer cada hábito en pasos más manejables te ayudará a mantener la motivación y a evitar la frustración.
Por ejemplo, si deseas desarrollar el hábito de correr cada mañana, podrías comenzar caminando 10 minutos al día durante la primera semana, luego aumentar gradualmente a 20 minutos y finalmente empezar a trotar.
Del mismo modo, si deseas mejorar tu alimentación, podrías comenzar incorporando una porción adicional de vegetales en cada comida, luego reducir el consumo de alimentos procesados y finalmente planificar y preparar comidas saludables con anticipación.
Al dividir tus hábitos por etapas, te das tiempo para adaptarte a cada cambio, lo que incrementa la probabilidad de que estos hábitos se mantengan a largo plazo.
Enfócate en un hábito a la vez
Intentar adquirir demasiados hábitos simultáneamente puede ser abrumador y contraproducente. Es más efectivo concentrarse en un solo hábito por mes, permitiendo que se arraigue y se vuelva parte de tu rutina diaria.
Al enfocarte en un hábito a la vez, puedes dedicar toda tu energía y atención a desarrollar esa acción hasta que se vuelva automática.
Por ejemplo, si decides empezar con el hábito de leer todos los días, dedica un mes a establecer una rutina de lectura antes de introducir otro hábito, como hacer ejercicio regularmente.
Este enfoque no solo aumenta las probabilidades de éxito, sino que también reduce el riesgo de sentirte abrumado, asegurando un proceso de cambio más sostenible y manejable.
La clave está en la paciencia y la perseverancia, dando un paso a la vez hacia una versión mejorada de ti mismo.
Utiliza un habits tracker
Lleva un seguimiento diario de tus hábitos con aplicaciones o herramientas específicas. Existen diversas opciones disponibles, desde aplicaciones móviles hasta plantillas de seguimiento en papel, que pueden ayudarte a registrar tus progresos y mantenerte motivado.
Por ejemplo, aplicaciones como Habitica, Streaks o Habitify permiten monitorear tus hábitos de manera interactiva y te ofrecen recordatorios para mantenerte en el buen camino.
Si prefieres un enfoque más tradicional, puedes usar una libreta donde marques cada día que completes tu hábito.
Este seguimiento no solo te permitirá visualizar tu progreso a lo largo del tiempo, sino que también te ayudará a identificar patrones y ajustar tus estrategias si es necesario. Mantener un registro constante es una herramienta poderosa para convertir hábitos en rutinas duraderas y efectivas.
La flexibilidad es importante en el establecimiento de metas
Recuerda que las metas y los hábitos no son inamovibles.
A medida que avanzas, es posible que necesites ajustar tu estrategia. Quizás descubras que un hábito no está funcionando o que una meta ya no es relevante. Ser flexible y evaluar tu progreso regularmente te permitirá mantenerte alineado con tus prioridades.
Utiliza los pasos anteriores para establecer metas.
El poder de los planes detallados: importancia de establecer metas claras
Establecer metas claras es solo una parte de la ecuación. La verdadera magia ocurre cuando desarrollamos hábitos que nos impulsan hacia ellas.
Este enfoque te permitirá no solo alcanzar tus objetivos anuales, sino también metas a corto y largo plazo.
Cada pequeño hábito es un paso hacia algo grande. La clave está en ser constantes, pacientes y conscientes del proceso.
¡Tus metas no solo son alcanzables, sino también disfrutables cuando el camino está bien trazado!
Conclusión
Antes de finalizar te lo repetiré una vez más: tener una meta “SMART” es tan importante como definir hábitos correctos que nos acerquen a su logro.
Así que la mejor forma para establecer metas es entendiendo cómo funciona la división de roles. Aplicar la priorización y ser creativos para establecer hábitos que nos acerquen al logro de las metas.
Si buscas una guía más profunda, te invitamos a unirte a nuestro Taller de Metas PRO, donde aprenderás a planificar de forma efectiva para cualquier etapa de tu vida. ¡Nos encantará verte allí!
Recibe un fuerte abrazo.
Kendrith Rodríguez.